Fan fiction X Files (Expediente x) Californication... Sí soy así de Friki y estoy así de loca....

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lunes, 17 de diciembre de 2007

De nieve y Leones corriendo salvajes.

Todos los derechos son de la 1013 y la Fox y bla bla bla y yo solo escribo por escribir y porque me gusta.....


Hacía frío y el día era gris. Dos horas de avión y luego harían otra más en coche. Mulder cogió las llaves del mostrador cuando alquilaron el coche en el aeropuerto, cogieron las maletas y ella caminó detrás de él hacia el aparcamiento dónde un chico joven les indicó cuál era el que tenían que coger. Scully miraba alternativamente al cielo nublado y a Mulder metiendo las maletas de ambos en el maletero mientras el mismo chico les explicaba el camino a seguir para coger la autopista. Le dijeron gracias a la vez y luego cada uno por su lado del coche abrieron las puertas y se metieron dentro. Ella se colocaba el cinturón de seguridad mientras él colocaba el asiento y los retrovisores y la decía que esperaba que al menos no comenzara a nevar hasta que hubieran llegado. Cuando dijo eso ambos se echaron hacia delante para mirar las nubes, enfocaron la mirada, fruncieron el ceño al ver el tono gris verdoso del cielo y se miraron suspirando a la vez. Se echaron hacia atrás. Mulder metió las llaves en el contacto y una hora después, sin haberse perdido y aún sin nevar, llegaron a su destino. Allí una pareja de policías y el Agente del FBI de la zona les esperaban con la cazadora abrochada hasta arriba y las manos metidas en los bolsillos, tiritando, en la puerta de un edificio de oficinas rodeado de jardines y un aparcamiento al aire libre.

S- Por la cara que tienen los tres, solo espero que no lleven mucho tiempo esperándonos- Dijo Scully nada más entrar en el aparcamiento y verles.

Los dos con sus guantes de cuero y sus gabardinas y sus modales, estrecharon las manos de los policías y del Agente del FBI. Jim, Joe y el Agente Gallager. Un par de comentarios sobre el tiempo y la nieve que no tardaría en caer y luego pasaron a informarles que todo había ocurrido la mañana de antes en el cuarto piso, que habían muerto dos personas y que había siete heridos en el hospital.

G- Antes de explicarles más, creo que lo mejor será que lo vean ustedes mismos- Les dijo el Agente Gallager, mayor, moreno, arrugado.

Jim y Joe se quedaron en el Hall del edificio esperándoles y Gallager les llevó hacia los ascensores. Los tres se pararon delante de las puertas mientras Gallager apretaba el botón del ascensor. Mientras esperaban les dijo que no le habían filtrado nada a la prensa aún, pero que creía que no tardaría mucho en llegar a los oídos de algún periodista chupasangre lo que había ocurrido en la maldita planta cuatro. Clin. Las puertas del ascensor se abrieron. Gallager indicó a Scully con una mano que entrara ella primero, dejó a Mulder entrar detrás y por último pasó él. Apretó el número cuatro en el panel y se giró a ellos para sonreírles. Ninguno de los tres dijo nada. Mulder pensó que a ese tipo no le gustaban los ascensores y por eso se callaba y sonreía tontamente y Scully pensaba en las dos autopsias que tendría que hacer cuando salieran de allí. Clin. Cuarta planta y se abren las puertas. Nuevamente Gallager indica a Scully que salga primero. Cuando ella sale Mulder sale detrás antes de que Gallager le indique nada y le echa una mirada seria al cruzar la puerta del ascensor. Gallager no entiende la mirada y sale detrás de ellos y les dice "Es por aquí" y le siguen por un pasillo de paredes blancas que acaba en una gran puerta de madera también blanca con un letrero con el nombre de la empresa y su logotipo. Al acercarse a la puerta las luces se apagaron. Los tres frenaron e instintivamente miraron al techo. Las luces de emergencia hicieron que en unos segundos sus ojos ya no vieran solo oscuridad. Scully levantó la vista hacia Mulder y él bajó la vista hacia ella y luego metió la mano en su bolsillo y mientras ella y Gallager le miraban, sacó una linterna que como siempre no funcionó a la primera, sino tras un par de golpes con la mano abierta. Luego Scully sacó su linterna y Gallager, después de palparse los bolsillos y decir "La olvidé", les sonrió de esa manera tonta como hizo en el ascensor y les dijo que iría detrás y que no se preocuparan, que el edificio estaba vacío y que la luz se iba y venía desde el "incidente" de el día anterior.
Scully abrió la puerta y pasó la primera. Allí tampoco había luz, pero enfocaron la linterna a su derecha y pudieron ver que toda la pared del fondo parecía ser un gran ventanal. Las luces de las linternas no les dejaban ver mucho excepto papeles y trastos por todos lados.

M- ¿Estaban las persianas cerradas?- Preguntó Mulder muy serio dirigiéndose claramente a Gallager.
G- No... No, las cerramos nosotros anoche... Entraba mucho frío- Gallager no necesitaba ver la cara de Mulder para imaginar su expresión de cabreo en aumento.
M- ¿Podría hacerme el favor de abrirlas?
G- Sí, ahora mismo- Y a oscuras comenzó a palpar la pared buscando el interruptor hasta que Mulder le enfocó el mismo para ayudarle- Gracias- Le dijo y apretó el botón y las persianas comenzaron a subir haciendo ruido y dejando entrar luz poco a poco, iluminando la sala. Scully apagó primero su linterna. Haciendo girar la rueda con sus manos y sus guantes de cuero y su mechón de pelo rojo en la mejilla y Mulder la miraba mientras lo hacía y mecánicamente hizo lo mismo con su linterna. Los tres miraron al frente.

Gallager y su tonta sonrisa nerviosa al volver a ver lo que le había ocurrido a la oficina y Mulder y Scully abrieron mucho los ojos y se miraron realmente asombrados por lo que estaban viendo. Todo estaba en silencio. El viento y el frío comenzó a pasar a través de las ventanas rotas del fondo, haciendo que algunos papeles flotaran por el aire y alguna cortina se balanceara al fondo, dándole si cabía, más irrealidad a la imagen.
Gallager se quedó en la puerta viendo cómo Mulder y Scully se acercaban al fondo de la oficina. En el suelo algunos papeles. La oficina era grande y diáfana. Unas cuantas columnas en medio y la imaginación les dijo que hacía un par de días, esa misma sala estaría llena de mesas, trabajadores, movimiento y ruido.

M- Todo quedó allí al fondo- Dijo Mulder.
S- Incluidos los trabajadores- Dijo Scully mirándole- Mulder..... ¿Has visto alguna vez algo así?
M- Nunca- La contestó sin poder apartar la mirada del fondo de la oficina.

El fondo de la oficina era como un vertedero. En algunos trozos llegaba hasta el techo, destrozando los paneles blancos de este. Había mesas, sillas, papeles, plantas, muebles, libros, archivadores, biombos y restos de sangre. Todos mezclados, destrozados, apilados contra las ventanas como si un extraño vendaval los hubiera estrellado y presionado contra allí. Lo más extraño de todo era el silencio. Excepto por sus pisadas y el viento que entraba por las ventanas, parecía como si todo estuviera "parado", como si alguien le hubiera dado al botón de Stop.

G- Es como si alguien le hubiera dado al botón de Stop ¿Verdad?- Les gritó Gallager desde la puerta. Ellos no respondieron. Mulder se paró frente a un charco de sangre en el suelo que parecía salir de entre lo que antes era una mesa. Scully le vio mirarlo y se acercó. Había una silla incrustada justo al lado y las ruedas de las patas sobresalían hacia ellos. No pudo evitarlo y toco una y esta se movió haciendo ruido y Mulder levantó la vista para verla moverse y vio el dedo de Scully aún estirado casi tocándola.

M- Dios Scully, lo que más me asombra es que solo hubiera dos víctimas- La dijo concentrado en la rueda.
S- ¿Qué diablos pudo haber hecho esto?- Le preguntó mientras se giraba a mirarle y él dejó de mirar la rueda y la miró a ella y la respondió negando despacio con la cabeza mientras volvía a mirar todo el amasijo de madera y hierros. No tenía ni idea. Estaba totalmente concentrado, con la mirada perdida. Ya había un montón de ideas yendo a toda velocidad dentro de su cabeza y ella lo sabía y le miraba asombrada consigo misma por ser capaz de emocionarse aún al verle hacer eso después de tantos años juntos.

Los dos de pié al fondo y Gallager apoyado contra la pared esperando. No tenía ni idea de qué pudo haber ocurrido allí, el día anterior estuvo allí hasta las tres de la mañana sacando fotos. Pensaba que nadie jamás sabría lo que había pasado y que ese par de Agentes de Washington se irían de allí en una semana sin nada en las manos, por eso, se limitaba a esperar pasivamente.
La puerta se abrió y entró Joe a decirles que ya había vuelto la luz. Mulder ni si quiera se giró cuando oyó la puerta abrirse.


Comenzó a nevar cuando salieron del edificio. Scully miró al cielo para ver la nieve caer y respiro hondo porque siempre vienen recuerdos de niñez cuando nieva. Oyó a Mulder decirla algo y se giró para ver qué quería. Sus ojos no tardaron en encontrarle. De pié detrás de ella. Mirándola fijamente. Se había despedido de Jim y Joe y del Agente Gallager y les había preguntado por un buen Hotel para alojarse y mientras, Scully, sin darse cuenta de nada, había estado mirando el horizonte y la nieve caer.

M- ¿Estás bien?- La preguntaba mientras metía una mano en el bolsillo de su pantalón para buscar las llaves del coche, haciendo que su gabardina se abriera y dejara ver su corbata azul.
S- Sí- Le decía mientras miraba absorta la corbata, pensando en lo fácil y normal y no-normal que sería tocarle la corbata.
M- Si te parece bien vamos primero al Hotel a dejar las maletas y luego vamos al depósito de cadáveres- La dijo mientras se tocaba su corbata, como si la hubiera leído el pensamiento, pero en realidad porque la había visto mirarla fijamente.

Montaron en el coche. El Agente Gallager les había explicado que a una de las víctimas tardaron tres horas en sacarla de entre el amasijo de trastos. Que había habido tan pocas víctimas porque por lo visto, todo era aún muy confuso en las declaraciones de los testigos, hubo una discusión muy fuerte entre el Jefe y uno de los empleados, un tal Greg, que se puso como un loco a tirarlo todo por el suelo y les dijo que salieran o que huyeran o algo así, porque sino morirían todos y claro, todos, asustados comenzaron a abandonar la oficina y bueno, algunos se quedaron dentro y luego las puertas se cerraron y hubo una especie de explosión y bueno, cuando la policía llegó y las ambulancias y los bomberos, se encontraron con la oficina así y todo fue una locura y aún estaban esperando a que algunos de los heridos, que fueron los que se quedaron dentro a parte de los dos muertos, mejoraran y se encontraran en condiciones de hablar para así poder aclararles algo de lo que había pasado allí dentro, pero no tenían muchas esperanzas, porque habían hablado ya con cuatro de los siete y ninguno había sido capaz de decirles nada claro y aclararse ellos mismos. El jefe era uno de los que aún no había podido decir nada, pero estaba en coma y bueno, eso lo hacía todo mucho más complicado ¿No?


No lo hicieron para llegar hasta esa ciudad, pero sí para llegar al maldito Hotel. Se habían perdido. "Joder" dijo Mulder parando el coche en el arcén de la carretera. Scully le miraba con media sonrisa en la cara y las manos sobre sus piernas aún calentitas con sus guantes de cuero. Los coches pasaban al lado y la nieve seguían cayendo lentamente. Esa carretera les llevaba directamente a lo que, según los carteles, era una zona de parques y lagos cercana y eso era mala señal porque Jim le había dicho a Mulder que tuviera cuidado en no equivocarse o acabaría precisamente dónde estaban: en la carretera que daba al parque.

M- ¿Tú has visto la señal?
S- No.

Ella le seguía mirando con media sonrisa y él miraba al frente intentando comprender dónde metió la pata.

S- ¿Has visto? A este paso la nieve lo cubrirá todo en un par de horas- Ella seguía pensando en lo bonita que es la nieve y él lo notó en el tono de voz con que ella se lo dijo.
M- Apuesto a que serías feliz si mañana despiertas con un muñeco de nieve justo delante de tu puerta- Echado hacia atrás en su asiento. Mirándola. Sonriente.

Ella coge aire mientras ve en sus ojos un entusiasmo extraño, porque él seguro que no tuvo muchos de esos muñecos en su vida y sabe que el que la imagine feliz por despertarse con uno es la manera de Mulder de decirla mucho de todo eso a lo que no se acercan y sabe que no se acercará más y que ella tampoco lo hará y por eso le sonríe y decide continuar el juego tal y como lo juegan siempre.

S- Siempre y cuando luego no se transformara en algún monstruo con vida, sí.... claro..

Él sonríe. Acercamiento necesario, abordado y zanjado. Tendrían otros cuantos más a lo largo del día. Unas veces él y otras ella. Le viene a la cabeza la imagen de ella hacía solo un momento mirándole como le miraba la corbata... tan tierna, tan cercana.

M- Bien, doy la vuelta e intentaré no acabar aquí de nuevo.
S- Suerte- Con ironía.

El Hotel estaba rodeado de un bonito bosque. La nieve ya cubría la copa de algunos árboles y los dos estuvieron admirando el lugar nada más salir del coche. Mulder sacaba las maletas del coche y Scully las cogía cuando vieron a alguien acercarse desde el hotel. Se presentó. Era el gerente. Les preguntó que si les podía ayudar y cogió un par de maletas. Scully y Mulder caminaron detrás de él. Unas escaleras llevaban hacia la sala de gerencia y luego todo el lateral izquierdo del edificio eran bungalows de una sola planta y de madera. El de ellos era uno pero dividido en dos por un tabique. Deseándoles una buena estancia les entregó las llaves. Primero a uno y luego a otro. Scully abrió, entró, dejó su maleta en el suelo y se sentó en la cama mirando el bombón de la mesilla. Había dejado la puerta abierta a pesar del frío porque sabía que él no tardaría y no lo hizo, pasó y cerró tras él. Juntó las manos para calentárselas porque se había quitado los guantes para conducir y Scully le miró desde la cama. Tan alto. Parecía aún más alto con ese abrigo largo.

S- ¿Nos vamos?

Él miró a su alrededor y luego la miró a ella.

M- Claro.

Las máquinas quitanieves llevaban ya media hora en las carreteras. Pararon para comer en un restaurante de la ciudad. El camarero les contó que ese tal Greg, que lo conocía su mujer de verle en el mercado, era un tipo muy raro, que tenía mirada de loco. Scully miró a Mulder y luego al camarero y le dijo que gracias. Luego fueron al depósito de cadáveres. Estaba en el mismo edificio que la comisaría del Sheriff. Los dos ya sabían lo que harían. Ella iría al depósito y él hablaría con los policías y con los testigos que tuvieran hasta ahora. Salieron del coche y caminaron bajo la nieve. Mulder abrió la puerta y la dejó pasar primero. Saludaron a Jim y Joe y Gallager les presentó a otro par de policías más. Scully preguntó por los cadáveres y Joe se ofreció a llevarla. Miró a Mulder antes de desaparecer por una puerta a la derecha con Joe y Mulder la miró también.
Tal y como dijo Gallager los testigos no aclaraban mucho, pero sí lo suficiente para Mulder. Solo recordaban ver a Greg discutir con el Jefe. No sabían porqué. Era algo relacionado a unas vacaciones que Greg merecía y el Jefe no le iba a dar. Luego comenzó a dar patadas y tirar cosas y cuando todos estaban asustados y atentos a la discusión comenzó a decirles que se marcharan si no querían morir. Para la gran mayoría fue motivo suficiente para escaparse un rato de la oficina o eso le pareció a los empleados que no vieron mucho más. El resto, los cinco heridos y el muerto, tenía o demasiado trabajo o demasiadas ganas de ver cómo acababa la discusion y decidieron quedarse. El séptimo herido, el Jefe y el otro muerto, Greg, se quedaron claro. Greg debió dejar de gritar y patalear en algún momento y pasó a mirar fijamente a su Jefe. Lo cuál produjo escalofríos en dos de los testigos que miraban la escena, luego, todo lo demás es confuso. No sabían decir si fue una explosión o qué pero en un segundo todo estaba contra el fondo, incluidos ellos. El ruido fue ensordecedor.
Mulder preguntó por Greg y obtuvo poco. Al parecer Greg no hablaba mucho. Llevaba trabajando allí poco tiempo y nadie sabía nada de él. De hecho, ninguno podía decir más que haber cruzado un par de palabras corteses o por motivos laborales con él. Era un tipo raro. En su casa no encontraron nada.
Scully seguro que ya tendría algo y él llevaba allí unas cuantas horas escuchando lo mismo, así que le dijo a Joe que hiciera el favor de decirle por dónde podía ir a la sala de autopsias para hablar con su compañera. Tuvo que bajar a la planta baja por una escalera de metal que le produjo escalofríos. Cualquiera podría escurrirse fácilmente bajando por ella. Allí abajo hacía calor. Justo enfrente una puerta semejante a tantas otras le dijo dónde estaría ella. Llamó, se identificó como Papá Noel y entró. Ella no levantó la mirada del cadáver que tenía sobre la mesa. Se había hecho una coleta y él pasó detrás de ella mirando su cuello en vez al cadáver.

M- ¿Tienes algo?
S- Adrenalina- Mirando algo que parecía un intestino.

Mulder miraba también eso que seguro que era un intestino y puso cara de asco y sin poder apartar los ojos de tanta sangre la preguntó:

M-¿Te refieres a él no?- Señalando el cadáver.
S- Este tipo tenía el nivel de adrenalina por las nubes.

A Mulder no le hizo falta más. Adrenalina igual a discusión con su Jefe. Se preguntaba la relación de eso con la supuesta explosión.

M- Es Greg ¿Verdad?
S- Sí. Es excesivo. Los niveles aumentan con muertes tan violentas pero no así- Ahora le miró por encima de las gafas de plástico- Ni si quiera por mucho que te altere el Jefe.
M- Claro- Rió- ¿Y el otro?- Señalando la bolsa cerrada en la mesa de al lado.
S- Espera su turno.
M- Bien- Pensaba qué era lo siguiente en hacer- Iré al hospital a ver cómo está su Jefe y los otros heridos más grabes- Pensaba en cómo la adrenalina pudo hacer que ese tipo hiciera aquello con el mobiliario de oficina. Scully le miró al salir. Sabía lo que se le estaría pasando por la cabeza: Psicoquinesis o algo por el estilo. Fijo.

Más testigos en el hospital. Nada nuevo. El Jefe de Greg seguía en coma y le confirmaron que era irreversible. "Te has llevado a dos contigo Greg", pensó Mulder. Luego volvió a la comisaría, se sentó a charlar con Gallager que cada vez parecía más negativo en cuanto a lograr aclarar algo y rió un par de chistes muy malos de policías que Jim contaba, mientras esperaba que llegara la cena que había encargado.
Papa Noel volvió a la sala de autopsias y esta vez con regalos, todos ellos en bonitas cajas de cartón adornadas con letras chinas. También llevaba un par de refrescos light. Cenaron en una mesa que había al fondo de la sala. Mientras él quitaba todos los trastos de la mesa, ella fue a cambiarse de ropa. Se dejó la coleta y él la vio balancearse detrás de su cabeza al sentarse y luego, mientras hablaban, la veía moverse ahí detrás de vez en cuando. Había poca luz allí y como no había nada más que la sala de autopsias en la planta baja, eran lo únicos vivos en esa planta. El silencio se agradecía para cenar a gusto... sin pensar en los cadáveres que tenían enfrente claro.
El otro tipo había muerto como resultado de múltiples traumas ("Estaba literalmente aplastado" había dicho Scully) y Greg, bueno, según Scully, Greg el que no hablaba mucho, había muerto por algo parecido a un colapso de adrenalina. Mientras bebían café, traído por Papa Noel de la máquina del pasillo, Scully le comentó que había algo más que la resultaba muy raro y era que el cadáver de Greg había sido encontrado en la mitad de la oficina, en vez de entre el amasijo de mesas como a los otros. Mulder se levantó casi de un salto diciendo "Joder, las fotos" y fue hacia la mesa donde estaba la documentación del caso. Aún no había visto ni una de las fotos que Gallager y Cía habían estado tomando la noche anterior mientras el frío les hacía cerrar las persianas de aquella oficina del cuarto piso. Scully se levantó detrás de él y esperó paciente a su lado mientras él miraba las fotografías. Sabía lo que andaba buscando. Ella las había estado mirando hacía un rato.

S- Fue él ¿Verdad?- Aun tenía el café en las manos.

Él tardó en responder. Miraba fijamente la fotografía.

M- Y nunca sabremos cómo.

Ella sonrió y se puso a mirar entre el resto de los papeles. Cogió una hoja y se la dio a Mulder.

S- Quizá su familia tenga algo que contarnos- Y esperó a que él la mirara porque deseaba ver esa mirada en él.
M- ¿Una infancia difícil?- Entusiasmo, energía, fuerza en sus ojos, esperando que ella le contestara con lo de siempre, dándole la señal para continuar con la caza.
S- Averigüémoslo.

Esa era la señal. Sonrisa cara a cara y movimientos rápidos. Mientras se ponían los abrigos él la vio quitarse la coleta de un solo movimiento. Estiró la mano hacia atrás y en un segundo su pelo rojo quedó suelto. Seguía embobado en las puntas de su melena cuando ella pasó por delante de él para salir de la sala y siguió mirándola así mientras subían las escaleras de hierro. Levantaron la mano al salir para despedirse de Joe que hacía guardia en la recepción.

La casa estaba deshabitada. Era una casa a las afueras del pueblo de al lado y parecía como si hiciera años que la hubieran abandonado. Como al entrar por el camino forestal que les llevó hasta allí habían visto una casa con luz, decidieron pasar por allí para preguntar, pero les abrió una chica joven y les dijo que sus padres podrían saber algo de los vecinos pero que no volverían hasta pasados un par de días.

La nieve dejó de caer hacia horas y en el pueblo ya había cuajado, pero allí, a las afueras, entre los árboles, aún quedaba bastante. Era ya de noche y el cielo estaba oscuro y seguro que no tardaría en volver a nevar. Esta vez conducía ella, pero se paró en la puerta, antes de entrar, sin abrirla, mientras él daba la vuelta al coche. La luz del porche de la casa les daba algo de luz. Él la miró esperando que le dijera lo que fuera que iba a decirle, pero ella callaba. Estaba mirándole, ahí, al otro lado del coche, con el abrigo largo y la nieve y la noche entre los árboles y la pareció como si aquello, ese día, esas mismas sensaciones ya las hubieran vivido antes, no sabía cuándo, ni cuántas veces, ni si solo era que en realidad si que habían estado en esa misma situación y en lugares similares muchas veces. Era algo más. Era otra cosa y no sabía diferenciarla y él la miraba y tuvo miedo como de despertarla de un sueño y por eso no la dijo nada ni tan si quiera cuando de repente, abrió la puerta y se sentó si haberle dicho nada aún. Él hizo lo mismo. Abrió y se sentó y la miró en silencio mientras ella arrancaba. El motor sonó más de lo esperado porque todo alrededor era una casa casi vacía y un enorme bosque nevado.

Al día siguiente más de lo mismo. Testigos, declaraciones, cotilleos, fotos. Volvieron a la escena del crimen y esta vez subieron por el ascensor por si se iba la luz. Si Gallager no temía quedarse encerrado en un ascensor, ellos sí que lo temían.

M- Una bonita vista- dijo Scully al acercarse a una de las ventanas.

Estuvieron moviendo los restos de mesas con ayuda de los chicos y otros Agentes asignados para ayudarles con las pruebas y el escenario del crimen. Había sillas que habían atravesado mesas y armarios hasta acabar incrustadas contra la pared. Scully le enseñó a Mulder algunas fotografías que había por el suelo. Típicas fotografías que le gente tiene en sus mesas de trabajo. Había una de una niña en un parque. Mulder miró la foto y luego a Scully.

M-Ya... Acabemos con esto- La dijo y continuó revisando la pared por si había algo incrustado ahí que pudiera decirles algo.

Mulder de cuclillas con guantes de látex examinando el suelo. Scully de pie hablando con uno de los policías. Gallager al fondo mirando por una de las ventanas mientras Joe le cuenta algo. El resto moviéndose en la oficina. Recogiendo, anotando, fotografiando. El técnico se acercó a Scully para decirla que el problema con la electricidad ya estaba resuelto. Mulder se levantó para oírle. Les dijo que era como si hubiera habido una sobrecarga en la red, pero sin que la hubiera habido. La instalación eléctrica no se había quemado. Solo había sufrido un extraño sobrecalentamiento que la hacía funcionar mal, pero ya habían cambiado las piezas y ahora todo funcionaba perfectamente. Mulder le pidió las piezas reemplazadas como prueba y el chico le dijo que se las traería enseguida. Mientras iba a buscarlas Mulder y Scully se miraron entendiendo. Luego, el chico volvió con ellas en una caja vieja de plástico que dejó en el suelo diciéndoles que eso era todo lo que había. Mulder se agachó nuevamente a examinarlas y Scully hizo lo mismo. Los dos en cuclillas. Él con los guantes, sus zapatos, su corbata, cogiendo alguna pieza con sus dedos, moviendola, con sus ojos salvajes atento a cualquier cosa y ella observándole, fijándose en sus dedos y sus manos fuertes y grandes, cogiendo algo, soltándolo y haciéndolo girar en sus manos. Las piezas no estaban quemadas tal y como les había dicho el chico. "Chuck" dijo Scully y Mulder la miró y sonrió. Se lo enviarían a Chuck para que les ayudara y así adelantar para cuando regresaran a Washington al día siguiente, después de hablar con los vecinos de la familia de Greg. En Washington tenían laboratorios. Quizá allí lograran averiguar algo más.

Aquella tarde comenzó a nevar y no paró hasta el día siguiente. Las máquinas quitanieves no dejaron de funcionar para tener las carreteras en perfecto estado. Carreteras limpias y el resto del pueblo blanco. El Hotel parecía de postal. El bosque de alrededor estaba totalmente cubierto por la nieve, al igual que el tejado y las vallas de madera que rodeaban el aparcamiento. Mulder y Scully caminaron hacia sus habitaciones pisando la sal que cubría el suelo del aparcamiento. Las luces del Hotel hacían reflejos sobre la nieve derretida en el suelo pisado. Esta noche volverían a repasar el caso en la habitación de él. Casi siempre lo hacían así. No había ningún motivo en especial más que el hecho de que ella tendía a dormir bastante bien y él ocupaba sus horas de insomnio repasando por su cuenta así que ¿Por qué llevarse todo el papeleo y demás a la habitación de ella si la de él ya iba a estar así todo el día?
Dentro hacía calor. Era realmente un lugar muy acogedor. La nieve fuera y dentro los dos caminando descalzos. Ella con las piernas cruzadas sobre la silla y los papeles sobre sus piernas, leyendo y él sentado en el borde de su cama hablando con Skinner por teléfono. De vez en cuando ella levantaba la mirada cuando él decía algo en concreto y luego volvía a bajarla a intentar seguir leyendo aunque no lo hiciera. Cuando Mulder colgó, la miró esperando algún comentario. Ella sabía que la miraba y tardó en decirle algo haciéndole esperar aposta.

S- Ya.... Quiere resultados- Levantando la mirada de los papeles para mirarle, sentada en la silla enfrente de él, con los dedos de sus pies descalzos moviéndose.
M- Y se los daremos- Intentando no mirar los dedos de sus pies jugueteando en el aire, rascándose la nuca y la mandíbula dónde había comenzado a rasparle la barba. Con su camiseta interior blanca, sus pantalones de vestir, sus calcetines negros y sus grandes manos rascando, haciéndola imaginar mientras le miraba.

Alguien llamó a la puerta y abrió Mulder. Era Gallager. Entró y no se quitó el abrigo. Echó una buena ojeada a la habitación y Mulder se puso tenso cuando le vio fijarse en que ella estaba descalza. Ella también debió sentirse incómoda al ver a Gallager mirarla y se puso de pie, al lado de Mulder. Le preguntaron que si había novedades y les dijo que no, que solo venía a ver si estaban bien alojados y si tenían alguna pista. Sabía que al día siguiente volverían a Washington y no quería que se marcharan sin contarle nada. Estaba seguro de que algo sabrían y aunque la investigación no pudiera cerrarse como Dios manda, esperaba al menos, poder contar algo en su maldito informe. Scully calló. Si Mulder quería contarle algo de su teoría, lo tendría que hacer él. Gallager miró fijamente a Scully esperando una respuesta, esperando ablandarla de alguna manera y Mulder habló. Le dijo que no sabían nada y que esperarían a los resultados del laboratorio, mientras andaba hacia la puerta, haciendo a Gallager comprender que era hora de irse, le dijo que le mantendrían informado muy amablemente si averiguaban algo y que de todos modos aún le verían al día siguiente. Gallager salió contento, creyendo haber hecho lo correcto, yendo a visitarles. Mulder cerró la puerta malhumorado sin saber claramente porqué lo estaba y Scully volvió a sentarse en la misma silla y con la misma postura, sin darse cuenta de cómo la miraba él desde la puerta.
El buenas noches a él le sonó forzado y a ella en cambio la pareció tierno. Mulder se lo dijo con la puerta abierta, los brazos cruzados, tiritando, procurando no pisar con sus calcetines el suelo mojado, esperando a que ella entrara en la habitación contigua. Luego esperó a escuchar algo de sus ruidos a través de la pared, quieto, en silencio en mitad de su habitación, mirando la pared, deseando tener Rayos X como Superman. Ella se desnudó en seguida y se metió en la cama. Miraba la pared con la luz encendida esperando también poder escuchar algo, preguntándose hasta qué hora se quedaría él despierto hoy. Unos minutos después el sueño la vencía y apagó la luz. Soñó con Leones corriendo sobre la nieve. Deseando poder tocarles.

Al día siguiente, por la tarde se marchaban a Washington. Tenían que coger un vuelo a última hora y había una hora de camino. Aquella chica les dijo que aquella tarde sus padres ya estarían de vuelta así que Mulder y Scully hicieron las maletas para pasar por allí camino del aeropuerto. Scully llamó con los nudillos a la puerta de la habitación de Mulder. Llevaba las maletas en la manos. Él abrió, llevaba sus vaqueros y su jersey azul. La invitó a entrar con un movimiento de cabeza, dejando que fuera ella quién cerrara la puerta para poder seguir él metiendo sus cosas en su bolsa. Ella dejó sus maletas en el suelo, al lado de una mesita y luego se apoyó en esta viendo cómo él metía las cosas doblándolas cuidadosamente. Era un poco desastre a la hora de tener su mesa del despacho ordenada o todos esos trastos en su habitación, pero a la hora de hacer el equipaje, ponía un cuidado especial.

M- Imagina que nos cuentan historias sobre raras explosiones en mitad de la noche o sobre árboles arrancados de raíz o... Dios Scully, imagino la vida de esa familia allí escondida en mitad del bosque ocultándose para que nadie supiera de lo que era capaz su hijo- La decía mientras seguía colocando su ropa. De el armario a la cama para doblarla y luego a la maleta.
S- Espero que nos puedan aclarar algo Mulder, pero temo que no sepan mucho más de Greg al igual que el resto de las personas con las que ya hemos hablado.
M- Ya- La dijo mirándola, luego se metió en el baño a recoger algunas cosas y la dijo desde allí- ¿No crees que Gallager es algo...? No sé.... ¿Pasivo?
S- ¿A qué te refieres?
M- Déjalo- La dijo volviendo a la habitación- Es solo que noto como si...
S- Estuviera a mil kilómetros de todo esto- Le dijo cortándole. Ambos callaron unos segundos- Creo que ese hombre perdió la esperanza en todo hace mucho tiempo.

Mulder cerró su maleta y se puso el abrigo mientras ella esperaba. Luego la dijo un "listo" y ambos salieron de la habitación. Las maletas al maletero y una última mirada al lugar aún blanco. El gerente salió a la puerta a despedirles levantando la mano. Ellos le imitaron y luego se metieron en el coche. El coche salió a la carretera y el gerente entonces miró hacia los bungalows. Les había visto aquella mañana a primera hora en la puerta de sus habitaciones haciéndolo. Se acercó al lugar y se quedó delante mirándolo, sonriendo. Era un feo muñeco de nieve pero la hacía gracia por eso mismo.


Chuck estaba como siempre en el fondo del despacho del sótano esperándoles. Siempre llegaba antes. Sabían que le gustaba hacerlo para prepararlo todo antes de que ellos llegaran y así poder hacer una buena representación. Estrecharon las manos, sonrieron y luego Chuck pasó a enseñarles lo que había encontrado. No mucho en realidad. Sentía no poder ofrecerles más. Les dijo poco más que aquel electricista, pero les dio un montón de documentación y pruebas fehacientes de que algo había alterado la instalación eléctrica de aquel edificio. Bien, eso lo necesitaban para el informe que presentarían a Skinner. Chuck se fue y ellos se sentaron. Cada uno en su sitio. Mulder juntó sus manos sobre el escritorio y Scully sobre su regazo. Tenían que ponerse con el informe.
Resultó que cuando fueron a aquella casa no encontraron a nadie. La casa estaba cerrada. Entraron y no encontraron a nadie. Por el estado del lugar parecía como si alguien se hubiera marchado de allí con mucha prisa. Luego llegaron Joe y Jim y Gallager y los demás y bueno, resultó que en aquella casa vivía una chica desde hacía muchos años, pero no se sabía nada de que tuviera padres o familia. Mulder y Scully solicitaron fotos de la familia de Greg, fotos del carnet de identidad o del carnet de la biblioteca o de lo que tuvieran y resultó que la hermana pequeña de Greg se parecía bastante a la chica con la que habían hablado un par de días antes. "La teníamos" dijo Mulder cabreado. Luego, ya de vuelta en Washington, intentaron localizarla pero como suponían no lograron nada. Ni rastro de ella. Hablaron con Gallager y le dieron su versión. Él se mostró realmente intrigado. Les confesó que desde el principio pensó que no lograrían nada, pero que le alegraba que hubieran conseguido tanto, que por muy increíble que pudiera sonar la teoría de Mulder, en realidad, a él, le parecía lo más lógico. Después de todo, pensaron Mulder y Scully, no ha resultado ser un mal tipo.

Y ahora están ellos dos sentados en la oficina. Frente a frente en el escritorio, mirándose. Skinner espera arriba el informe y ellos solo piensan en la forma en la que la nieve caía en aquel pueblo. Él se ha echado hacia atrás en la silla y mira al techo, ella recuerda el León de su sueño al mirarle.

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