Fan fiction X Files (Expediente x) Californication... Sí soy así de Friki y estoy así de loca....

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sábado, 22 de diciembre de 2007

COCHE.

Todos los derechos son de la 1013 y la Fox y bla bla bla y yo solo escribo por escribir y porque me gusta.....

Estupendo, había atasco o lo que fuera, los coches estaban totalmente parados y delante de ella sólo se veían luces rojas de los intermitentes. No se lo podía creer. ¿Parados? Miró por el retrovisor y allí se miraron, serios, largamente. De repente la vino a la memoria la imagen de él cogiendo a la niña en brazos en aquel centro de menores. Emily tenía fiebre y él no se lo pensó ni pidió permiso. Simplemente se agachó para coger a la niña. La cogió y la puso un brazo en la espalda para sujetarla, con su barbilla sobre el hombro de la niña, su mano en su cuello y el corazón de Scully reventando al verlo, al verla y al saber que algo iba mal. Mulder sólo preguntó dónde estaba el coche, luego abrió la puerta de atrás y se metió dentro con la niña, aún en sus brazos. Scully se sentó delante y miró por el retrovisor. Se miraron, serios, preocupados. Metió la llave en el contacto y le miró otra vez por el espejo. Esta vez él no la miraba a ella, le estaba quitando un mechón de pelo y las gotas de sudor de la cara a la niña. Entonces fue cuándo Scully comenzó a ver las cosas borrosas por culpa de las lágrimas. Arrancó y respiró hondo para calmarse y poder conducir.
Ahora estaba parada, llorando de nuevo, mirándole a través del espejo.
Alguien debía de estar impacientándose y empezó a tocar el claxon. Scully miró hacia delante. Absorta. Sujetando el volante con ambas manos. Llorando. Intentando diferenciar sentimientos, separarlos lo suficiente como para poder racionalizarlos un poco y así poder volver a respirar. Siente algo en su hombro derecho. Mulder ha estirado la mano para tocarla. Se miran por el espejo nuevamente. Puede verlo y comprenderlo todo en sus ojos, ahora con sus ojos y su mano en su hombro puede volver a pensar. Respira. Asiente para que él sepa que está bien, que lo sabe, que hay que hacer algo. Vuelve a mirar al frente, mira por los espejos y decide.
Consigue salir dando marcha atrás y continúan. No va rápido, prefiere la prudencia, como todo en su vida. De vez en cuando vuelve a mirarle y le ve ahí, serio y sereno, apretando la mandíbula, aguantando, dándola fuerzas con esa intensidad tan suya. Para cuando llegan al hospital Scully está tan agotada por la tensión que nada más aparcar tiene que salir del coche para poder respirar. Emily, la fiebre, su miedo a la muerte, ese bulto en su nuca, Mulder cogiéndola sin pensárselo, Mulder con la niña en la parte de atrás del coche y Mulder mirándola.

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