Fan fiction X Files (Expediente x) Californication... Sí soy así de Friki y estoy así de loca....

Etiquetas

martes, 12 de febrero de 2008

CUATRO AMIGOS.

Todos los derechos son de la 1013 y la Fox y bla bla bla y yo solo escribo por escribir y porque me gusta.....


Él hizo un gesto de derrota y se sentó en las escaleras del pequeño edificio. Ella detrás, de pié, también mirando al frente. Otra puerta más a la que llamaban y otra puerta más sin respuesta. Familiares, vecinos, nadie sabía nada de esos cuatro amigos. Ella bajó las escaleras hasta colocarse justo frente a él y así obligarle a mirarla.

S-Volvamos a la oficina- Le dice.

Él la mira y no la contesta. Esta pensando y está negándose a aceptar que puede que no consigan nada después de todo. Ella siempre lleva razón. Quizá sea hora de dejarlo. Se afloja la corbata guiñando los ojos y luego mira sus pies, sus zapatos negros brillantes, sus grandes pies.
Entran a la vez al coche. Scully arranca fijándose en cómo él se abrocha el cinturón, sintiendo su pena. Sus dedos agarrando el cinturón, estirándolo. Van camino de la oficina, de vuelta a ella y hay algo de retención en la avenida principal. Él ha bajado la ventanilla y ha vuelto a aflojarse la corbata y ella le mira de vez en cuando para vigilarle. Sabe que en cualquier momento la puede sorprender con alguna idea. Es lo que venía con el paquete: su incapacidad para frenar cuando sabe que hay algo más por saber. También venían sus ojos verdes de felino salvaje con el añadido de la peligrosidad que significa vivir a su lado. Piensa que a él no le da miedo la muerte, que puede que eso sea el mayor problema en cuanto a su miedo constante por él. Supone que a él no le importa demasiado su vida y por eso la arriesga sin miramientos. Es un animal peligroso. Educación inglesa e instintos suicidas. Ahora sabe que su vida nunca fue fácil. Cuando no se tiene a nadie que se preocupe por ti o cuando has perdido a lo único que te hacía humano, la vida toma otro sentido totalmente distinto y ella supone que por eso él decidió, en algún momento del pasado, que iba a morir haciendo esto. La duele lo que siente que fue para él la pérdida de su hermana. Lo ve en sus ojos cada día, en cada paso que da, en cada oportunidad de cambiar las cosas, de hacer que los malos tengan su merecido y los buenos vivan felices. Lo ve cada vez que habla de "verdad", entonces sus ojos adquieren un brillo especial y ella juraría que en ese momento incluso puede ver a través de ellos todo su universo de vida y muerte y angustia por querer saber qué pasó con su vida, en qué momento se convirtió en quién es, en qué momento esclavizó su futuro por encontrarle algún sentido a todo lo que perdió y a lo que nunca tuvo.
Alguien le llama por teléfono. Le oye hablar sin dejar de mirar por la ventanilla a los coches parados. Con esa dejadez tan característica suya en los momentos de pesimismo. Contesta con monosílabos a quién sea que le esté hablando. Luego le oye decir "Doctora Carver" y le ve tocarse los labios con los dedos al hablar. No puede evitar pasar su lengua por los suyos al pensar en sus besos. Sus labios, su lengua y sus ojos cuando están en la cama. Hace Sol y se oyen pitidos. Un animal peligroso, piensa ella queriendo poder protegerle siempre. Un animal peligroso.


La Doctora Carver tiene mucha prisa y por eso les contesta y mira tras de ellos, a la sala de urgencia, alternativamente. Llamaron a Mulder de la oficina para decirle que habían encontrado a la hija de uno de los sospechosos,le dijeron que el problema había sido que ella llevaba el apellido de la madre: Carver. Por eso no dieron con ella antes. Fueron a verla al hospital y ahora ella les ha dejado claro que no puede atenderles porque ha habido un accidente y la necesitan, pero que quiere dejar un par de cosas claras antes de nada. Les dice que no sabe nada de su padre desde hace años y que tampoco quiere saberlo ahora. Que lo siente, que siente no poder decirles nada sobre su paradero actual y que lo único que quizá les ayude a encontrarle sería preguntar en cierta "sala" dónde solía pasar demasiadas horas cuando aún hacía de padre con ella. No les dijo más. Acabó con un encantada y un espero haberles servido de ayuda y luego fue tan rápido como pudo a atender a los heridos.
Mulder miró a Scully y esta encogió los hombros. Una pista en tres días. Algo es algo. Salieron fuera, atravesando la concurrida sala de espera, pasando entre la gente y afuera los dos se quedaron mirando otra ambulancia que llegaba en ese momento, con las luces y la sirena. Miraban como quién mira a través de un cristal lo que está pasando dentro. Ellos tenían sus propios problemas. La ambulancia paró y salieron a recibir a los heridos. Rápido. La preocupación mezclada con la costumbre en los médicos del Hospital. Siguieron adelante. Mulder miraba a Scully de reojo. Intuía lo que ella podría estar pensando al ver las ambulancias. Otra vida. Otro camino. El coche estaba aparcado cerca de la puerta de urgencias, se metieron dentro y él la preguntó:

M- ¿Crees que miente?
S- No lo sé.
M- ¿Has visto la cicatriz de su mejilla?
S- Sí, he visto cómo se la ha tocado mientras hablaba de su padre.

Él no arranca. Está pensando y ella le mira esperando. Aún suena la sirena de la ambulancia. Scully se gira en el asiento para mirar atrás y ver la entrada de urgencias. El instinto médico, piensa él.

M- Supongo que no la asombraría mucho saber que su padre es sospechoso de asesinato- La dice mientras ella sigue mirando hacia atrás. La mira disimuladamente el escote y luego mira al frente- ¿Crees que ella se hizo médico porque él lo fue?

Ella se gira y le mira.

S- Creo que esa mujer ha sufrido mucho, Mulder.. y.... no creo que nos lo haya contado todo.

Mulder no la entiende y ella hace un gesto con la cabeza para que él mire detrás, hacia la puerta del hospital. Mulder mira y luego la mira a ella sonriente. La Doctora Carver acaba de sacar a alguien por la parte de atrás y vaya, se parece bastante a su padre.

M- Quizá se trataba de una consulta privada...

Los dos salen a la vez del coche, él camina más rápido. La Doctora se volvió a meter al Hospital sin verles y su padre desapareció tras la esquina hacia dónde van ellos. Mulder se asoma con cuidado para mirar y le hace un gesto a Scully para que esperen. El tipo no dejaba de mirar hacia atrás por si le seguían. Mulder vuelve a mirar y ya no le ve. Comienza a caminar con Scully detrás. Ha debido meterse por un callejón a la derecha. Se vuelve a asomar justo para verle meterse por la puerta de un viejo edificio. Sale corriendo por el sucio y oscuro callejón. Su corbata, su traje y ella tras él con su pelo rojo dando saltos. Paran frene a la puerta. Sacan la pistola de la funda de la cintura dónde la guardan ambos. Cuentan antes de abrir la puerta. Se miran, cogen aire. Se cubren apuntando para entrar. Ella primero y luego él. Concentrados. Apuntan a todos lados, cubriéndose, no dejando nada por mirar. Hay una escalera en penumbras y Mulder le hace un gesto con la mano a Scully para que se esté quieta un segundo y así poder escuchar. Nada, no oyen nada. No, espera, sí, algo ha oído detrás de una puerta que hay justo enfrente de ellos. Casi no hay luz en ese bajo y huele a humedad. La misma operación para abrir esta puerta. Ella delante y él cubriéndola detrás y se encuentran en una especie de vieja sala completamente vacía. Con otra puerta al fondo. Entra luz por una pequeña ventana. Scully se acerca para mirar y él espera atento. Sus tacones resuenan en la gran sala vacía. La ventana da a un patio interior. No se ve movimiento. Niega con la cabeza cuando le mira haciéndole saber que afuera no hay nada. Los dos miran hacia la otra puerta. Se paran antes de abrir y se miran. Lo mismo. Lo mismo pero esta vez la puerta les depara una sorpresa desagradable que les hace taparse la nariz instintivamente y hacer un sonido de disgusto. Debe ser el cuarto de baño más sucio del mundo. Echan una ojeada y ven que no hay salida. Cierran y se miran. Las pareces de la sala en otro tiempo debieron ser amarillas. El suelo debió tener brillo. En una pared quedan restos de lo que fueron espejos y barras. Miran al techo. Está en las últimas. Le falta poco por caer del todo.

M- Deberían cerrar esto por peligro de derrumbe- La dice sonriendo.

S- Volvamos a las escaleras- Le dice comenzando a andar hacia la puerta de entrada a la sala.

M- Esto debió se una escuela de baile....- La dice mirando en torno suyo.

Ella se gira para mirarle.

M- Hace siglos claro....

Suben la escalera con cuidado. El edificio tiene dos plantas. En la primera encuentran una sola puerta y esta da a lo que debió ser un enorme apartamento. Parte de él ahora tienen el sueño apunto de derrumbarse sobre lo que fue la escuela de baile. En la segunda planta no encontraron nada más. Era un gran espacio diáfano con grandes ventanas. Como una gran habitación. Enorme y muerta. Bastante iluminada. Desde allí se veían otras calles y los patios interiores. Los dos se quedaron unos minutos observando por las ventanas. Mirando una por una. Fijándose por si veían algo raro y observando lo tranquila que parecía la ciudad desde allí dentro. Todo en silencio. Todo quieto. Ellos mirando de un lado a otro y mirándose entre sí. Se acercaban, miraban juntos y luego se alejaban.

S- Podría ser un buen lugar desde el que vigilar algo...- Le dice no muy convencida, mirándole desde el lado opuesto de la habitación. El sonido de sus voces sonaba aún más raro que cuándo hablaron en la sala de la escuela de baile.

M- Podría... - La contesta él pensativo.

Ella le mira y sonríe al preguntarle:

S- ¿Alguna teoría que quieras compartir?- Y él sonríe a su vez. Tiene hambre y siente retortijones.

M- Hemos dado por hecho que uno de los tres es el asesino, o los tres.... - Se gira a mirar por la ventana- Y tenemos el cadáver con las costillas destrozadas y tenemos testigos que les vieron salir juntos a los cuatro de aquel bar de mala muerte.... -Ella le mira atenta, esperando y él sigue mirando por la ventana- Tenemos un cadáver que apareció extrañamente en la Sala de Seguridad de un Banco sin que las cámaras registraran la entrada de nadie... y sin tiempo material para haber entrado sin que los guardias lo hubieran visto...- Mira su propio reflejo en el cristal antes de girarse para decirla- Creo que ... ya tendrás una ligera idea de lo que estoy pensando.

Ella sonríe comprensiva y asiente. Solo quería oírselo decir.

S- Y ha utilizado el mismo truco para dejarnos dando vueltas por este edificio mientras él se escabullía.

M- Exacto.

S- Bien.... Hagamos otra visita a la Doctora Carver.

Ambos comienzan a andar y ella le pregunta cuando le tiene al lado:

S- ¿Cómo crees que logra desaparecer así?

M- Mágia... -La dice sonriente acercándosela mucho al decirlo y luego alejándose para abrir la puerta y dejarla salir primero.

Ella se gira una vez al bajar, para mirarle y él la mira a su vez y piensa que no es comida lo único que le pide su estómago. Sonríe al pensar en lo divertido que resulta no plantearse lo que están haciendo. Ocurre y punto. Acaban en casa de uno o en la de otro y eso es todo. Poco a poco han ido dejando algo de ropa en los cajones y una mañana él fue a comprar un cepillo de dientes y ya compró dos. "Este te le guardo en mi casa" la dijo enseñándoselo antes de guardarlo en el bolsillo de sus vaqueros mientras ella callaba. A veces quisiera gritarla que la quiere, en momentos tontos como este, bajando una escalera, pero entre él y ella y sus besos hay todo un mundo rodeandoles. Le gusta no compartirlo. Solo ellos. Ella bajando la escalera y él detrás mirándola, feliz.




M- ..... como quiera, o lo nos lo cuenta ahora o nos lo cuenta en el Hoover- Le dice Mulder a la Doctora Carver en mitad del pasillo del Hospital. Scully está justo al lado y la Doctora mira a Mulder y luego a Scully y decide rendirse.

D.C- No supe de él durante años hasta hoy- Les dice seriamente- Lo juro. Yo estaba atendiendo un paciente cuándo alguien me llamó por mi nombre y me giré y ahí estaba él. No quise hacerle caso. Le dije que se largara. No tengo un buen recuerdo de la última vez que le vi- Les dice señalándose la marca en su mejilla- Sí, fue él... bueno, no exactamente, tuvimos un accidente de coche, no iba bebido, esa vez, pero eso no le hizo conducir mejor... Oigan, yo no sé nada, les juro que no les dije nada porque sé que él es un borracho, pero sé que no es un asesino. No no me miren así, seguro que también tienen padre- Mulder hizo un gesto raro al oír esto que a la Doctora Carver le llamó mucho la atención- Yo le conozco, sé que no es capaz de matar un mosquito. Se pasaba el día en esa sala que les dije. Es cierto. Lo es. Bebiendo todo el día. Recordando tiempos mejores con sus amigotes.

Scully saca unas fotografías de su chaqueta y se las enseña.

S- ¿Son estos de aquí?

Y la Doctora Carver mira las fotografías y les mira a ellos y asiente. Parece confundida. Les pregunta.

D.C: ¿Qué es lo que ha pasado?.. Él no fue. Lo sé. Él no sería capaz.....

La dejaron en el hospital advirtiéndola que no dejara la ciudad sin avisar al FBI. Ambos se miraron al salir del Hospital. Parecía sincera al no querer aceptar que su padre alcohólico fuera culpable, pero eso no significaba que no lo fuera. Se metieron nuevamente en el coche y sin decir nada salieron de allí camino del Hoover. Enviaron a un grupo de Agentes para que recogieran pruebas y huellas de aquel edificio. Les advirtieron del estado del suelo de la habitación del primer piso. Skinner quería novedades. Asientos frente a su escritorio. Sus gafas. Su chaqueta colgada en la silla y ellos explicándole lo poco que sabían. Hablaban, se miraban entre ellos y le miraban a él.

Deciden ir a comer algo a un restaurante de comida rápida que hay cerca del centro de la ciudad. Suelen ir allí. Es bueno tener ciertas costumbres en una vida de carretera. Ensalada para ella. Carne casi cruda para él y refrescos en vasos de plástico. Mientras ella para de comer un segundo para beber, le observa comer. Siempre corta la carne en trozos grandes que luego le cuesta masticar. Tarda y hace un pequeño ruido al respirar con la boca llena. Le oye decirla "Scully" y ella reacciona y se da cuenta de que él está sonriendo. "Me muero por saber en qué diablos estabas pensando al mirarme así". Ella deja la bebida en la mesa y disimula sin quererle contestar. Él sabe muy bien en qué pensaba. Ella juega con la comida ruborizándose. Está recordando que hacía un par de semanas comieron en ese mismo lugar. Comieron y se miraron de tal forma que luego él condujo directamente hasta su apartamento. La respiración de ambos iba demasiado acelerada en el ascensor. Comenzaron a besarse incluso antes de cerrar la puerta. Lo hicieron sobre la mesa de la entrada. Él la rompió las medias y no tardaron en salirla moratones en la espalda y más abajo. Moratones que él luego besaría y lamería uno por uno. No iba a decirle que le quería. Necesitaba mantener el control de la situación. Además, "querer, amar" esas palabras no eran suficientes. Nunca lo fueron.

La tarde decidieron pasarla yendo a la "Sala" dónde pasaban las horas los cuatro amiguitos. El Doctor Harlod James, años como científico en la Universidad de Washington y padre de la Doctora Carver. El camionero John Denise, el ex broker Antón Stevens y el cadáver y antiguo agente de la propiedad Marcus John Krazinsky.
Se pararon en la puerta. Los dos levantando la vista para mirar el cartel con el nombre de la sala. "Cementerio" ponía con luces azules. Se miraron y él abrió la puerta para dejarla entrar. Dentro no había casi luz. Al fondo había un escenario seguro que utilizado para algún espectaculo de fin de semana. En el centro mesas y los clientes sentados con sus cervezas en la semioscuridad. La barra estaba iluminada también con luces azules y había un camarero que no les había quitado la vista de encima desde que les vio entrar. Era un tipo delgado y de una edad indeterminada. Gorra azul puesta del revés, bigote canoso. Enseñaron sus placas al llegar a la barra. Sacaron las fotografías y preguntaron. Claro que les conocía. Eran amigos suyos. Llevaban años yendo a su local. Le cambió la cara al comentarle lo que le había pasado a Marcus John Krazinsky. No lo sabía. Una pena, sí, era un gran tipo. Levantó la mano para indicarle a un compañero que bajara la música y dijo en voz alta que Marcus había muerto. No había mucha gente allí, pero parecía que todos le conocían. "Un tipo popular" le comentó Mulder a Scully acercándose para que el dueño del bar no les oyera. Luego hicieron más preguntas. Casi todas con respuesta. No sabía dónde vivían, pero solían hablar de una antiguo edificio cerca del hospital. "Su cuartel general, creo" les dijo. También les contó que solían ir a pescar. Que una vez fue con ellos. Hacía tiempo. Fue divertido. No pescaron nada a parte de una buena curda. El barco estaba en un puerto. Tenía un nombre curioso. "Invisible".
Scully le agradeció su colaboración y le entregó una tarjeta por si recordaba algo más. Mulder miraba el local. A la gente sentada perdiendo el tiempo. Olvidando. Dejando su vida atrás en ese "Cementerio". Scully le tocó la mano al pasar. Sus dedos rozando el dorso de la mano de él para que la siguiera. Guiñaron los ojos al salir a la luz del día y se miraron. "Invisible" le dijo Scully y él sonrió.

Tardaron en llegar al puerto. Estaba en un pueblo de la costa algo alejado. El barco estaba puesto a nombre de otra persona, de una mujer. Comprobaron el nombre. Era de la ex mujer de John Denise. "Debieron llegar a un acuerdo al separarse y luego ellos le cambiaron el nombre al barco" dijo Scully.
Había anochecido. El puerto no estaba muy bien iluminado así que sacaron sus linternas. El olor a puerto, mucho más intenso. El sonido del movimiento de las embarcaciones. El silencio. Sus pasos sobre los tablones del suelo. Iban iluminando los barcos. Algunos nombres eran graciosos. Encontraron el "Invisible". Mulder se puso la linterna en la boda para saltar al barco. Se agarró del bordillo y guardó el equilibrio mientras Scully esperaba su turno. Ella apagó la linterna y se la guardó en el bolsillo. Estiró el brazo para que él la ayudara. Se miraron cuando estuvieron cara a cara y luego comenzaron a moverse sobre el barco. Parecía que no había nadie dentro. No era tan pequeño. Abrieron la puerta y encendieron la luz. Aquello no estaba muy limpio. Ambos miraban por si veían algo que les pudiera servir. Al fondo había una puerta. Scully la abrió y dijo "Muder...." y le dejó mirar dentro. Había dos cadáveres en el suelo de la habitación. Amoratados. Llevarían un par de días muertos. Scully se acercó sacando un guante de su bolsillo para no alterar la escena. Miró en sus chaquetas. John Denise y Antón Stevens.

M- Creo que Harold James tiene mucho que contarnos.....

La policía acordonó el lugar. Dejó de ser un lugar tranquilo con olor a Mar. Ahora había gente por todos lados. Scully encargó que le llevaran los cadáveres a Washington. Hablaron con la policía, hablaron con Skinner. Ya era tarde. Ambos estaban cansados y no dijeron nada de vuelta a Washington. Silencio en el coche. Mañana temprano ella tenía que encargarse de dos autopsias y él intentaría encontrar algo en el barco. Fueron a la casa de él. Ella se quitó la chaqueta mientras él abría la puerta. Luego él cerró, la cogió de la mano y la llevó a su habitación. Besos mientras se quitaban la ropa. Él la acariciaba la pierna que ella tenía alrededor de su cintura. La sujetó con fuerza ambas manos mientras la besaba. Sobre ella, debajo de ella.
Él se despertó. Pesadillas. Ya era de día y no tardaría en sonar el despertador. La abrazó con fuerza. El despertador sonó y estiró el brazo para apagarlo. Luego volvió a abrazarla. Ella le besó en los labios antes de levantarse. Volver a su propia casa a cambiarse de ropa después de noches como aquella aún la resultaba extraño.

El día es totalmente distinto al de ayer. Hoy está nublado y amenaza tormenta. Hay humedad en el ambiente. Mulder se acerca al barco sujetando su corbata que se mueve para todos lados por el viento que hace allí, en la costa. Los barcos se mueven y hacen ruido al chocar. Mulder mira el "Invisible" y sabe que hoy le costará más subir al barco con tanto movimiento. Saluda y se identifica ante a un Agente que hay por allí comprobando los alrededores y el perímetro acotado por el FBI. Sube y camina sujetándose en todo lo que puede para no balancearse tanto. Piensa en que Scully no se marea y él sí. La recuerda pilotando aquella barcaza hace años. Hace poco hablaron de hacer un viaje en barco. Bromearon sobre el nombre que lo pondrían al barco si fuera suyo. "Brisa fresca" dijo ella. Ahora está dentro del "invisible". Tiene que concentrarse. Enciende la luz y se lo toma con calma. Ve una fotografía en un cajón. Son los cuatro amigos. La foto tiene bastantes años. Parecen felices. Un trueno suena cerca y Mulder levanta la vista para mirar por la ventana. No tardará en llover. El Mar revuelto y el cielo negro.


Scully lleva bata y el pelo recogido y a su lado está el Doctor Roberts. Han pasado toda la mañana haciendo la autopsia a los dos cadáveres. Todo metódico y Roberst entre medias sonriéndola a cada momento, intentando buscar su mirada e intentando iniciar conversaciones de una manera un tanto estúpida. Quiere caer bien y ella solo quiere acabar para irse.
Llaman a la puerta y se giran y le ven entrar. Es Mulder. Él nada más entrar, se fija en que no está sola y mira el tipo. Se acerca, mira a Scully pero no la dice nada y luego estira la mano para saludar a Roberst, el cual le dice algo así como que él y Dana llevan toda la mañana trabajando en el caso y Mulder mira a Scully sin decir nada y luego vuelve a mirar al tipo poniendo una sonrisa falsa, apretando los labios. Ella dice:

S- Nos falta poco para acabar.

R- Parece un caso realmente interesante Agente Mulder.

M- Ya- Le responde y la mira a ella- ¿Cuánto?

S- Poco... No sé- Mira a Roberst y le mira de nuevo a él.

M- ¿Podrás acompañarme?

S- No.

Mulder se la queda mirando.

M- Bien.... Llámame en cuánto tengas algo- Y se marcha algo cabreado, algo celoso.

Roberts ya ha trabajado con ellos en un par de ocasiones. No lleva mucho tiempo en Washington. No tiene muchos amigos, es demasiado joven y demasiado ingenuo. Mulder la comentó por teléfono antes de llegar que quería pasarse de nuevo por el edificio cercano al hospital a pesar de que los compañeros no encontraron mucho cuando lo registraron. Fibras, cabellos de los cuatro amigos, alguna huella y un montón de polvo. No había nada más, pero era un lugar extraño y el tipo de la bar les había dicho que para ellos era su "cuartel general" así que.... algo debía haber.

Acabaron con las autopsias un par de horas después de lo previsto. Problemas con ciertos aparatos. Roberst se lo tomaba con humor pero ella quería acabar. Necesitaban algo. Tenían que encontrar algo. Llamó a Mulder y este la dijo que estaba aún en el edificio.

S- ¿Has encontrado algo?

M- No.

S- ¿Y qué haces ahí?

M- No sé... Esperar.

Scully le dijo que iría para allá y le contaría. Cuando llegó él la esperaba en el callejón. Apoyado contra la pared al lado de la puerta. Comiendo pipas.

S- ¿Alguna novedad?

M- No.

Le fastidia no tener mucho dónde buscar. La cuenta que en el barco había un montón de basura y botellas vacías. "Debió de ser un bonito y alejado lugar dónde olvidar las luces de la Gran Ciudad" la dijo. Parecía como se hubieran desecho de pruebas. Era como ese edificio. Parecía como si lo hubieran barrido y vaciado. Scully le contó que los cadáveres habían muerto por ingestión de barbitúricos. Mezclados con alcohol, claro. Suicidio. No había signos de violencia, ni enfermedades anteriores. Lo único bueno es que habían encontrado una sustancia extraña en los cadáveres. Comprobó los resultados del primer cadáver y también la tenía, pero en una cantidad tan mínima que no le había dado importancia entonces. Roberst seguiría haciendo pruebas para ver de qué se trataba, pero suponían que nunca sabrían mucho más. La conversación se desvió hacia Roberst:

M- Digamos que no me gusta como sonríe, que sea condescendiente.

S- Creo que solo intenta caerte bien.

M- Creo que no me gusta.

S- No es un mal tipo.

M- Ya.

S- Mulder.... - Encoje los hombros en señal de no entenderle.

M- Ya, no todos son espías que vienen a hacernos daño..... Entiéndeme, no es que esté paranoico, es que no me gusta como sonríe, no sé... - Ella le mira y cruza los brazos y él piensa que a ella se la puede estar pasando por la cabeza que sean celos pero no es eso o quizá en parte sí. La dice- No, no es eso- La mira sonriente- Aunque bueno, quizá debería ayudarte yo en el laboratorio....

S- Mulder, sabes que ese no es tu territorio.

Y él la dice entonces mirándola a los ojos, muy serio.

M- Concibo todo lo que te rodea y lo que tiene que ver contigo como mi territorio, Scully.

Ella casi ni pestañea y él decide que ya es hora de cambiar de tema. Abre la puerta del edificio, mientras se guarda la bolsa de pipas en el bolsillo.

M- ¿Entramos?

Y los dos van a entrar nuevamente al edificio cuando Mulder, al mirarla para dejarla entrar a ella primero percibe algo al fondo del callejón y al mirar hacía allí "Bingo". Increíblemente Harold James decidía hacerles una visita. Les vio y vio a Mulder reaccionar. No debió reconocerles de inmediato porque tardó unos segundos en salir corriendo. Ellos corrían detrás. Callejones mojados por la lluvia de esa mañana. Harold iba deprisa a pesar de su edad. Mulder y Scully le gritaron que se detuviera. No lo hizo. Desapareció por un hueco entre un edificio y una verja de hierro. Mulder sujetó la verja para abrirla y dejar pasar a Scully primero. Luego pasó él. Había una ventana rota en el suelo del edificio. No había otra salida. Scully se agachó y miró, apuntando con la pistola a la oscuridad del interior mientras Mulder esperaba de pié. Pasaron dentro. Olía mal. El suelo estaba encharcado. Las paredes mojadas por la humedad. La pintura descorchada. Iban avanzando y apuntando con sus armas. Se oían gotas caer. Estuvieron pasando de habitación en habitación sin ver nada. Tardaron en darse cuenta de que había sido la misma jugarreta. Se dieron cuenta prácticamente a la vez. Ella dijo "Mulder..." y él la miró y la dijo "Joder" y salieron corriendo buscando una salida. Les había vuelto a engañar para escabullirse.
La puerta se abrió de un portazo y salieron a la calle. Miraron alrededor para situarse. Salieron a otra calle y de allí se dirigieron corriendo al edificio original. Al "cuartel general". Mulder iba a abrir la puerta. Sujetando la manilla, sin abrir aún, se gira para decirle a Scully:

M- Harold debió de descubrir algo en sus años como científico. Quién sabe. O quizá lo descubrió años después y era difícil esconder un secreto como ese y una noche con sus amigos y unas copas de más se lo contó y decidieron sacarle partido, planearon lo del banco y.... y algo debió de salir mal. Suicidio Scully. Años compartiendo miserias. Culpabilidad. Debieron pensar que era la mejor manera de ponerle fin a todo esto.

S- ¿Crees que comenzaron a experimentar aquí?

M- Apartado y lo suficientemente cerca del Hospital por si ocurriera algo. Sí.

S- Su hija no le rechazaría ayuda en caso de emergencia... Aunque llevara años sin tener contacto con ella.

Mulder sonrió tristemente. La Doctora Carver quería a su padre. Le seguía queriendo después de todo. Llaman solicitando refuerzos y luego entran. Se separan al entrar. Silencio. Gestos para hacerse señales. Scully camina hacia la sala de los espejos de la planta baja y Mulder comienza a subir las escaleras. No oyen nada. El edificio sigue pareciendoles igual de raro. El sonido, el color. Scully entra en la sala y no ve nada. Mulder sigue subiendo las escaleras. Scully mira al techo medio derruido y le ve. Ve un brazo colgando por un agujero. Debe ser Harold. Sale corriendo y Mulder la oye correr y se para y la ve subir las escaleras. Le dice "Está en el suelo" y él lo entiende. Entran en la habitación y al pisar los dos el suelo parte de este se desprende casi bajo sus pies. Los dos se agachan instintivamente. Se sujetan del brazo y luego se miran y miran el hueco que ahora se abre frente a ellos. Miran más allá y ven a Harold en el suelo. Intentan acercarse. Miran cómo hacerlo y se mueven por la sala con cuidado. Mirándose. Preocupándose de que el otro no ande por dónde no tiene que andar. Nada, no hay manera de acercarse sin peligro. Scully se queda lo más cerca que puede. Se agacha. Intenta hablar con Harold pero este debe estar inconsciente. Mulder se acerca a ella. Quiere hacer algo pero es imposible. Se agacha junto a ella. Poniendo las manos en el suelo para mirar por el agujero. Algo no va bien.

M- Vámonos!- La dice y se echa hacia atrás y la mira.

Ha visto cómo comenzaba a desprenderse la parte del suelo que aún parecía intacta. Nota el ligero temblor bajo sus manos. Ella aún no sabe qué hacer y él se acerca y la agarra para levantarla. La coge de la mano y la saca de allí. Al salir de la habitación el sonido y el temblor les hace darse la vuelta y ven cómo parte de lo que quedaba del suelo se ha desplomado. Todo es polvo y parece que el edificio entero se estuviera moviendo. Bajan aún agarrados las escaleras y salen a la calle, los refuerzos no tardarán y se quedan los dos afuera mirando. Ella aún sintiendo que debería estar dentro haciendo algo y él apretándola fuertemente la mano.
Las ambulancias llegan y los bomberos. Él la ha soltado la mano al verles llegar. Les señalan el lugar y esperan. Ella le mira aún confusa y él la dice:

M- Creo que estaba ya muerto Scully.

S- Quizá yo podría haber hecho algo- Sintiendo que realmente si que podría haber sido así aunque supiera que no.

M- El suelo estaba apunto de ceder. No. No podías haber hecho nada- Está muy serio y se gira y camina hacia el coche. Ella le ve sacar el teléfono y marcar. Hay una hija que tiene que recibir una mala noticia.




Mulder se despierta. Ya ha amanecido y la luz inunda la habitación de Scully. Otra pesadilla. Se sienta en la cama y se restriega los ojos con los dedos y luego se levanta, rascándose la nuca y revolviéndose el pelo. Está totalmente desnudo. Se levanta y comienza a andar. Huele a ella y aún nota su calor en su piel. Sus pies sobre la moqueta, su altura contra la luz de la ventana al acercarse. Mira por la ventana, apoya sus manos en el borde de esta y se queda ahí mirando hacia afuera, quitándose su pesadilla de la cabeza. Ve las casas y la ciudad despertándose al mirar y también ve algo de su reflejo en el cristal. Se mira a sí mismo preguntándose mil cosas. Ve sus ojos e intenta ver más allá y no lo consigue. Alguien se mueve en la cama y es ella que le mira y le ve ahí, con sus manos apoyadas en la ventana, mirando la nada. Se incorpora y siente frío. Se mueve en la cama para asomarse a ver qué puede encontrar en el suelo para ponerse encima. Coge una jersey de él y se lo pone. La queda grande y huele a él. Sus pisadas casi no se oyen en el suelo, sus pies pequeños también sobre la moqueta, el jersey, el pelo revuelto y las uñas pintadas. Se acerca a él mirando su desnudez y se para al lado. Le acaricia el brazo y le besa el hombro y él gira entonces la cabeza para mirarla. Se miran en silencio y ella pasa su mano por debajo del brazo de él, tocándole el pecho hasta parar en el corazón y notar cómo late y al notarlo le sonríe y él levanta la mano del borde de la ventana para dejarla pasar y tenerla delante. Ella se apoya contra la ventana, mirándole, entre sus brazos. Ahora ella le acaricia la cara y la sien. Él sigue con las manos en el borde de la ventana, manteniéndola en medio, su mirada es triste y ella quiere besarle.

M- Soñé que caíamos los dos- La dice.

Ella le da un beso en los labios y le contesta:

S- Fuiste tú el que nos sacó de allí a ambos, Mulder.

Y él no la dice nada, sigue mirándola. Nada de lo que la diga o de lo que ella pueda decirle le quitarán esa sensación. Harold también se suicidó. Fuera lo que fuera lo que había descubierto no era tan importante como haber arruinado esa vida que se construyó durante años con sus tres amigos. Harold creyó haberlo perdido todo.
La besa en la frente y vuelve a mirarla y ella le coge de la cintura, acariciándole con los pulgares la piel. Él desnudo y ella mordiéndose los labios y le besa y se besan sin moverse. Él con las manos en la ventana y ella entre ellas con las manos en las caderas de él. Las cortinas a medio abrir, la luz haciéndose cada vez más presente y ellos besándose.

No hay comentarios: